Galicia: nuestra primera experiencia con marisco de verdad

Siguiendo nuestra ruta por el norte de la península, entramos en Galicia por la costa de Lugo, haciendo una parada obligatoria en la Playa de Las Catedrales.

Aunque ya habíamos visto fotos de la famosa playa, hay que ir. Es impresionante! La playa toma su nombre de los arcos que la erosión ha formado en sus acantilados. Importante! Si vas a visitar la playa, vete con marea baja! Con marea alta apenas hay arena.

Playa de Las Catedrales en Lugo 2

Playa de Las Catedrales en Lugo

Playa de Las Catedrales en Lugo 9

Playa de Las Catedrales en Lugo

Teníamos la intención de recorrer toda la costa de Galicia rumbo a nuestro destino: Villagarcía de Arousa, donde nos esperaban Maruja y Luis, nuestros amigos y anfitriones. Pero esa misma mañana recibimos una llamada suya diciéndonos que acababa de sacar del horno una empanada gallega de marisco. Total, que pillamos la autopista y esa misma tarde ya estábamos en Villagarcía.

Las paradas técnicas para el almuerzo y para el café las hicimos en Viveiro y Ortigueira, bonitos pueblos costeros, pero, todo sea dicho, con una población digamos difícil de ver; sobre todo en Ortigueira, que parecía un pueblo fantasma, muy bonito, eso sí.

Vestuarios públicos en Ortigueira

Vestuarios públicos en Ortigueira

A eso de las 7 de la tarde ya estábamos en Villagarcía de Arousa, en Pontevedra, aunque un pequeño contratiempo con el gps del móvil nos hizo pegarnos 1 hora dando vueltas. Y es que hay que tener mala leche para ponerle a dos calles del mismo pueblo “Filguera” y “Filgueira”!!!

La empanada estaba como todo lo que cocinó Maruja durante nuestra estancia: riquísima! Y es que no me cansaré de decirlo: cómo se come en el norte!

Jabones la Toja

Jabones la Toja!

Al día siguiente hicimos una ruta en coche por los pueblos de las Rías Bajas. Visitamos Cambados, la isla de la Toja, Portonovo, Sanxenxo, Combarro y Pontevedra.

Cambados es un pueblo con un casco antiguo muy bonito y algunas bodegas de ribeiro. La isla de la Toja tiene manantiales subterráneos, de donde sacan el agua para los famosos jabones La Toja. Hay una tienda-museo de la empresa, un casino, un hotel-balneario muy antiguo y, en los jardines del hotel, una pequeña ermita muy peculiar, ya que está totalmente forrada de conchas de vieira. Fue una visita interesante.

Ermita en la isla de la Toja

Peculiar ermita en la isla de la Toja

En Portonovo nos paramos a almorzar en uno de los locales de primera linea. No fue especialmente barato, pero la comida estaba muy rica. De aquí seguimos hasta Sanxenxo, según muchos la Marbella del Norte. Tiene un muelle deportivo y una playa enorme. La playa está muy bien, aunque el sitio, excesivamente turístico, no es precisamente el tipo de sitios que nos gusta a nosotros.

Playa de Sanxenxo

Playa de Sanxenxo

Antes de llegar a Pontevedra, paramos en el pueblo de Combarro. Tiene una callecita muy estrecha de aspecto medieval al borde del mar que vale la pena recorrer, aunque te asalten los propietarios de las decenas de tiendas de souvenir. A lo largo de la calle pueden verse varios horreos gallegos.

El centro de Pontevedra está bonito para pasear un rato. Nos llamó la atención la forma circular de su iglesia. Tras visitar el centro, pusimos rumbo a la estación base, donde Maruja nos volvió a cautivar con su empanada y un jamoncito riquísimo.

Mariscando cerca de la Toja

Mariscando cerca de la Toja

Al día siguiente, lo que todos estábamos esperando con ansias: la gran mariscada! Ostras, navajas, almejas a la marinera, mejillones y nécoras. Aunque ya hayas probado el marisco en tu pueblo, esto es otro rollo. El doble de rico a la mitad de precio 😉

Mariscada en casa Maruja

La mejor mariscada de nuestra vida!

Por último, el domingo lo dedicamos a visitar Santiago de Compostela. Que ciudad más bonita! Yo ya había estado en el viaje de fin de bachiller allá por el 95, que hicimos un trozo del Camino de Santiago, pero la verdad es que no recordaba lo bonita que es.

Catedral de Santiago 1

Catedral de Santiago

De camino a Santiago, hay un restaurante en el medio de la nada, cerca de Padrón. Se llama Fogar do Santiso. Nos lo recomendó Ana, la hija de Maruja. Atención! Si pasas por la zona, no dejes de ir! La comida es orgánica, todo de su propia finca. Son raciones generosas a muy buen precio, pero lo mejor de todo es el sitio en sí, muy pintoresco. El fundador es artista y ha creado varios ambientes fusionados con la naturaleza. Abre a la 1 del mediodía.

Restaurante Fogar do Santiso

Restaurante Fogar do Santiso. Increíble!

Y bueno, este fue nuestro viaje por el norte, que gracias a Ryanair nos salió casi más barato que irnos a la isla de enfrente. Se nos quedaron muchos sitios en el tintero, pero siempre hay que dejarse algo para poder volver.

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2 comentarios en «Galicia: nuestra primera experiencia con marisco de verdad»

  1. ana

    Hola Rayco y Tania! soy Ana la hija de la anfitriona!,jaja, me encanta vuestra pagina,no solo la parte de Galicia qué os ha quedado perfecta,si no el resto de vuestras aventuras…os deseo mucha suerte y qué podáis seguir haciéndonos disfrutar a través de vuestras fotos y de vuestras palabras..un abrazo desde Vilagarcia de Arousa…os esperamos

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