Mi primer viaje al extranjero. En esta ocasión me acompañaron dos buenas amigas. Éramos novatas en eso de hacer grandes viajes. Así que nos fuimos a una agencia para que nos organizaran un viaje. No sabíamos a donde, teníamos un presupuesto y Túnez fue el destino que más se ajustaba a él.
Contratamos un tour en 4×4 por todo el país, incluyendo el desierto. Llegó el gran día y estábamos como flanes. Teníamos un vuelo directo a Túnez. En el aeropuerto ya nos esperaban para llevarnos al hotel. Las primeras impresiones fueron bastante buenas.
Al día siguiente, nos recogió nuestro coche 4×4. Compartimos el viaje con una pareja de mediana edad. El guía hablaba español y el chófer lo intentaba. Chokri que así se llamaba el chófer, o algo parecido, resultó ser muy simpático y un romántico. En pocos días se enamoró de una de mis amigas. Pero fue un amor no correspondido, una pena! Jijiji.
Recorrimos gran parte del país. Supongo que las zonas más turísticas. Pasamos por uno de los platós de “La Guerra de las Galaxias”, poblados en medio del desierto con casas de adobe y palmeras, lagos salados de un color rojizo, mezquitas, fuimos de compras a la medina, regateamos como profesionales y disfrutamos como niñas en el desierto.
La noche en el desierto, fue de lo mejor del viaje. En medio de la nada, donde alrededor sólo se veían dunas de arena, estaba situado el campamento. Cenamos a la luz de la luna y bailamos alrededor de una hoguera. Intercambiamos música con los que amenizaban la fiesta y a la mañana siguiente nos despidieron bailando el “pasito tun tun”.
Los últimos días, los pasamos en la costa en un hotel todo incluido y muy cerca de la playa. Esto estuvo bien para descansar, pero no es lo que recomiendo hacer si vas a visitar un país nuevo. Aunque en general nos gustó mucho todo lo demás que visitamos. Nuestros guías eran flexibles con la ruta y teníamos tiempo libre para realizar cosas por cuenta propia, pero aún así no deja de ser un viaje programado. Lo quisimos así, porque era nuestra primera vez en el extranjero y nos asustaba un poco. Pero a la hora de viajar, es mejor ir por cuenta propia, a tu ritmo y viendo lo que te apetece.