Baños se encuentra en la Provincia de Tungurahua a unos 45 minutos de Ambato. Es un pequeño pueblo ubicado en las faltas del volcán Tungurahua, por eso es una zona de alto riesgo volcánico. A pesar de esto, llegan muchos turistas cada día a esta región.

Nosotros viajamos desde Quito, de la estación de buses de la zona sur (Quitumbe). Hay varias compañías que hacen este trayecto y salen cada 30 minutos. El precio del billete es de 5 dólares aproximadamente y se tarda unas 5 horas en llegar a Baños. A veces tardan más, nosotros tuvimos que cambiar de bus en Ambato, todavía no sabemos por qué.

La estación de bus está en el centro del pueblo y si el hostal no está a las afueras, se puede ir caminando. Nosotros nos quedamos en el centro, pero en una calle tranquila. Baños es muy turístico y por la noche puede haber bastante ruido. El hostal nos costó unos 20 dólares por noche. El dueño era muy amable y nos explicó algunas cosas sobre el pueblo.

Volcán Tungurahua

El alojamiento es barato y hay mucha oferta. También hay varios sitios donde comer y tomar copas. El mejor y el peor sitio donde comimos en Ecuador fue en Baños. El peor fue una especie de restaurante italiano, horrible. Y el mejor está situado al este del parque central (Palomino flores), hay que subir unas escaleras y nos gustó el ambiente del local. La comida estuvo increíble y el brownie, sin palabras. No recordamos el nombre del sitio.

El primer día paseamos por el centro y por la noche fuimos a las termas naturales. Hay dos termas, unas que se encuentran al entrar al pueblo y otras que están en el centro. Nosotros fuimos a las del centro. Por la noche hay muchísima gente, tanto locales como turistas.  La piscina de agua caliente era como una sopa con muchos tropezones, pero en la de agua helada podías hasta nadar. Es obligatorio llevar gorro de baño, puedes comprarlo dentro de las termas.

Ruta en bici

Cascada el Pailón del diablo

En Baños se pueden hacer muchas actividades. Nosotros alquilamos una bicicleta e hicimos una ruta de unos 20 km, puedes visitar alguna de las cascadas más conocidas como el Pailón del diablo, es impresionante la cantidad de agua que cae. A pesar de que la bicicleta no es lo mío tengo que reconocer que el camino es muy bonito. Además, los coches respetan a las bicicletas y la ruta está acondicionada y señalizada.

En la misma agencia donde alquilamos las bicicletas contratamos una excursión para hacer canyoning. Es eso de bajar por el medio de las cascadas, escalar a la inversa. Al día siguiente fuimos a la agencia y conocimos a nuestro guía, este nos llevó a la azotea del edificio para probarnos el material y explicarnos un poco como funcionaba aquello. Cuando nos pusimos el arnés, nos llevo al borde del edificio para practicar la postura que teníamos que tener a la hora de bajar. Rayco probó primero y la cara le cambió cuando el guía le dijo que bajara el edificio hasta llegar a la calle. Pensábamos que estaba bromeando, pero no, el tío lo decía en serio. Yo intenté convencerlo de que no hacía falta y que con agua eso era diferente. No me escuchó.

Prueba antes del canyoning

Una vez superada la prueba nos llevaron en coche hasta el camino que llevaba a las cascadas, luego tuvimos que caminar unos 30 minutos. En la agencia nos explicaron un poco la excursión y nos dijeron que una vez empezábamos no podíamos volver hacia atrás, eso asustó un poco. Bajamos 5 cascadas, alguna de ellas imponía bastante, pero la experiencia fue increíble, nos encantó y lo pasamos genial.

Que profesional

Hay más actividades que se pueden realizar como el rafting, canopy, puenting, etc. Son actividades que conllevan un cierto riesgo, así que es importante buscar una agencia seria y profesional.

Esa misma tarde, salimos a caminar un poco. Acabamos subiendo cientos de escalones y llegamos al Hotel Luna Runtun. Este es muy conocido en la zona y tiene una ubicación inmejorable. Vale la pena el paseíto porque hay buenas vistas de todo el pueblo y también se puede ver el Tungurahua, nosotros tuvimos la suerte de verlo nevado en el camino de vuelta a Quito.

Vistas de Baños

Una par de semanas después de nuestra visita a Baños, el Tungurahua entró en erupción, lo cuál es bastante frecuente. Pocas veces hay que evacuar la zona, la gente sigue realizando sus actividades cotidianas y el turismo sigue llegando al pueblo. Los locales nos comentaron que no era peligroso, que ya estaban acostumbrados y que solo incomodaba la ceniza, que dificulta respirar y estropea los cultivos.