Descubriendo Phnom Penh, la capital de Camboya

De forma análoga a lo que pasa con Bangkok en Tailandia, muchos turistas ven la capital de Camboya únicamente como una escala inevitable para alcanzar otros destinos populares, como Seam Reap, Sihanoukville o Kampot. Sin embargo, Phnom Penh es una ciudad de gran interés histórico y que goza de una atmósfera muy especial que, en mayor o menor medida, impresionará a todo aquel que la visite.

Paseo Preah Sisowath

Paseo Preah Sisowath o River Side

El año 1975 fue bautizado como Año Cero por el grupo conocido como los Jemeres Rojos. En ese año, este grupo comunista liderado por Pol Pot “liberó” la capital en su imparable avance desde el norte del país. Acto seguido obligó a toda su población a abandonarla y a ocupar zonas rurales para trabajar de forma forzada en los campos de arroz. Aquellos que tenían cierto nivel cultural como profesores o artistas, aquellos que dominaban idiomas como el inglés o en muchos casos aquellos que simplemente sabían leer y escribir, fueron considerados una amenaza para el régimen; como excusa eran acusados de cometer algún delito ridículo y después eran torturados y/o ejecutados. Muchos de los que fueron enviados al campo corrieron una suerte similar, ya que el hambre comenzó pronto a hacer estragos y simplemente “robar” un plátano era considerado un acto de traición que te podía costar la vida. Se obligó a triplicar la producción de arroz, pero prácticamente la totalidad de la cosecha se exportaba a países como China a cambio de armas, mientras la población malvivía con una ridícula ración diaria. El régimen de los Jemeres Rojos, que duró hasta 1979, se cobró la vida de unos 2 millones de personas, casi un tercio de la población del país, resultando en uno de los mayores genocidios de la historia, con el agravante de haber sido perpetrado por camboyanos contra su propio pueblo.

Si te interesa la época de los Jemeres Rojos, puedes ver la película “Los gritos del silencio” o ver algunos documentales como “Año Cero: la muerte silenciosa de Camboya” o “S21: la máquina de matar de los Jemeres Rojos”. En este post de Marcando el Polo tienes un listado de algunos de ellos para ver online.

Foto de niña prisionera en el S21

Foto de niña prisionera en el S21

Phnom Pehn, en otros tiempos una de las ciudades más prósperas del sudeste asiático, aún se lame las heridas del último lustro de los 70. Muchos edificios coloniales son todavía testigos de aquella época y permanecen aún abandonados o sin restaurar. No puedo evitar que la escena me recuerde a otro lugar al otro lado del mundo que me dejó igualmente marcado: la Habana. Sin embargo, la prosperidad comienza a llegar y ya se ven algunos gigantes de cristal y mega proyectos en construcción. Aunque faltaría comprobar quién está detrás de la financiación de dichos proyectos y, más importante, qué quiere a cambio.

Qué hacer en Phnom Penh

Nosotros consideramos indispensable visitar la antigua prisión S21 y los Killing Fields. Sobre todo tras haber leído bastante y visto algunos documentales sobre el régimen de los Jemeres Rojos. Eso sí, advertimos que estas visitas pueden resultar muy impactantes.

Prisión S21 - Tuol Sleng

Prisión S21 – Tuol Sleng

El S21 (Museo Tuol Sleng) (07:00-17:30, 2$) es una antigua escuela reconvertida en prisión y centro de torturas durante la época de los Jemeres Rojos. Las aulas se han dejado prácticamente igual que cuando los vietnamitas acabaron con el Régimen. Se pueden ver las fotografías que los guardias hacían a los prisioneros; la historia de cómo los Jemeres engañaron a una delegación comunista sueca, haciéndoles creer que su sistema funcionaba a la perfección; relatos y fotos de los protagonistas, tanto de un bando como del otro y algo que nos pareció muy interesante: la proyección de un vídeo grabado por los vietnamitas en el momento del descubrimiento de la prisión seguida por una ronda de preguntas y respuestas a cargo del personal del Centro de Documentación. Así que si tienes preguntas acerca de la historia reciente de Camboya, aquí obtendrás respuestas muy valiosas. También te encontrarás con dos de los supervivientes de la prisión, que te ofrecerán su libro-relato, responderán a tus preguntas y te permitirán sacarte una foto con ellos. Esto nos pareció demasiado turístico, aunque los señores están en su derecho, de sobra merecido, de explotar su pasado.

Superviviente del S21

Superviviente del S21

Mientras el S21 está cerca del centro de la ciudad, los Killing Fields (Choeung Ek) están a 15 km al sur (más o menos a 1 hora en tuk-tuk). Creo recordar que pagamos unos 8 dólares por el tuk-tuk (precio por los dos ida y vuelta más espera) y 5 dólares cada uno por la entrada a Choeung Ek. La entrada incluye una audioguía en español. De las mejores audioguías que hemos escuchado. Impresionan mucho las historias que escuchas. Aquí traían a los prisioneros del S21 que iban a ser ejecutados. Lo más fuerte es la forma en que los mataban, ya que se las arreglaban para no tener que utilizar balas. En el centro del campo hay una estupa conmemorativa en recuerdo a las víctimas. En la estupa están muchos de los cráneos que se han desenterrado de las fosas comunes. Mucha gente dice que el S21 impresiona más que los Killing Fields. Quizás visualmente sea cierto. Sin embargo, a nosotros escuchar las historias de la audioguía estando en el escenario donde ocurrieron nos emocionó hasta tal punto que a mí hasta se me saltaron las lágrimas.

En el interior de la estupa conmemorativa

En el interior de la estupa conmemorativa

Otras atracciones que la mayoría de turistas suelen incluir en su lista de visitas imprescindibles son el Palacio Real y el Museo Nacional. El Palacio Real (07:30-11:00 / 14:00-17:00, 5$) está bien, pero si ya has visitado el de Bangkok, yo lo quitaría de la lista de visitas obligadas. Lo más llamativo es la Pagoda Plateada: un templo que tiene todo el suelo de baldosas de plata, aunque sólo puedes ver unos pocos trozos porque lo tienen casi todo cubierto con una alfombra roja. En su interior también hay un Buda esmeralda parecido al de Bangkok. En el Museo Nacional (08:00-17:00, 5$) hay muchos restos de la cultura khmer ordenados por orden cronológico. Si aún no has visitado Angkor, es un buen sitio para informarte un poco acerca del hinduismo camboyano de la época de Angkor. El museo tiene un patio interior muy bonito. Es el único sitio donde te permiten sacar fotos.

Edificio del Palacio Real de Phnom Penh

Edificio del Palacio Real de Phnom Penh

Los mercados a visitar suelen ser el Mercado Central, el Mercado Ruso y el Night Market. El primero es un edificio estilo art deco con una cúpula central. Bajo la cúpula hay miles de puestos de venta de plata. En el mercado puedes encontrar de todo, desde ropa hasta electrónica pasando por artículos de menaje. También se puede almorzar a muy buen precio. Nosotros comimos unos noodles a la plancha muy ricos. El Mercado Ruso está un poco apartado, hacia el sur de la ciudad, y no lo visitamos porque leímos que era demasiado turístico. El Night Market está en la parte norte del Preah Sisowath, cerca del Wat Phnom. No abre todas las noches, pero en la primera noche que paseamos por ahí estaba abierto. Más de lo mismo, sobre todo ropa, pero tiene la curiosidad de que puedes pedir comida en los puestitos y sentarte a comer en el suelo sobre las esterillas de bambú que hay en el centro del mercado.

Mercado central de Phnom Penh

Mercado central de Phnom Penh con accidente de moto en directo

Otra visita típica es el Wat Phnom. Es un templo en una pequeña colina, la parte más alta de la ciudad. No tiene nada de especial. Muchos dicen que lo único es ver a los macacos que rondan por ahí, aunque nosotros sólo vimos uno. En el templo eso sí, te encontrarás con muchísimos camboyanos haciendo ofrendas. Parece que es un centro de culto muy importante para ellos. Además el templo es el que le da el nombre a la ciudad. Por la subida Este, la más fotogénica, hay un cartel que explica la historia. Iba a fotografiarlo para subirla al post, pero justo en ese momento se nos acercó un monje budista americano, el hermano Marc, y se puso a hablar con nosotros. Luego se me olvidó de fotografiar la historia del templo, pero a cambio saqué una foto de Tania junto al monje.

Con el hermano Marc

Con el hermano Marc

Lo que sí que no puedes dejar de hacer es darte un paseo por la tarde por la Preah Sisowath, también conocida como River Side. Es una avenida a orillas de los ríos Tonle Sap / Mekong plagada de locales donde echarte unas jarritas de cerveza a muy buen precio (entre 0,5 y 1 dólar). Además podrás ver a los camboyanos paseando y haciendo ejercicio. Cuando el sol deja de castigar, la avenida se llena de vida.

River Side por la tarde

River Side por la tarde

Uno de los locales más emblemáticos es el Foreign Correspondent Club (FCC), edificio de estilo colonial donde se reunían los corresponsales extranjeros. Hay muchas sucursales en Asia, pero éste por lo visto aparece en algunas novelas históricas ambientadas en Phnom Penh. Hoy en día es un restaurante de varios pisos con una terracita muy mona en el techo. Han convertido la marca FCC en una especie de franquicia y es el sitio es un poquito caro, aunque una caña en la terraza siempre se puede pagar.

Terraza del Foreign Correspondent Club

Terraza del Foreign Correspondent Club

Dónde dormir

Buscando en Booking.com nos encontramos con que el alojamiento en Phnom Penh está algo polarizado: si tu presupuesto es bajo encontrarás algunos sitios, pero con una valoración bastante pobre; si buscas algo más de lujo, tendrás que pagar bastante más. Sin embargo, si viajas sólo y sólo quieres una cama en un dormitorio compartido, parece que hay algunas opciones económicas con muy buena valoración. La zona de Preah Sisowath tiene buen ambiente y mucha gente opta por quedarse ahí, pero el alojamiento es más caro.

Nosotros elegimos una guest house en el Lake Side. Esta zona era antiguamente la zona mochilera y había muchas guest house a buen precio, pero han vendido el lago a una empresa extranjera para que aprovechen el terreno para construir. Actualmente el lago está seco y ya están empezando con las obras. Muchas guest house han cerrado. La verdad es que la calle del Lake Side da un poco de miedo y por lo que nos contaron no es recomendable llegar caminando de noche. Además es una zona en la que el control de la marihuana digamos que es más “relajado”.

La mezquita de día

La mezquita de día

La guest house donde nos quedamos se llama #10 Lake Side Guest House. Tienen habitaciones dobles con baño por 6 $. La verdad es que no te puedes quejar por el precio, aunque hay algo de diferencia entre las habitaciones. Evitar las del piso de arriba porque las han construido posteriormente con planchas de hojalata y durante el día es un infierno. Aunque pagues el mismo precio, algunas habitaciones tienen tele con satélite (las del primer piso) y otras no. La zona común está muy bien para sentarte y beberte unas cervecitas. La comida no está tan mal y no es cara. Si fumas marihuana te va a encantar esta guest house porque ahí todo el mundo fumaba sin problema. Si te molesta que fumen marihuana, no te recomendamos esta zona. La limpieza de las habitaciones no es muy intensiva que digamos, aunque aquí también nos volvimos a encontrar gran diferencia entre distintas habitaciones. Además, el estándar de limpieza en muchos sitios de Camboya simplemente es así (excepto en Seam Reap). En definitiva, buen sitio si tu presupuesto es ajustado.

Desayuno en la guest house

Desayuno en la guest house

Dónde comer

Hay que decir que quedamos muy satisfechos con la comida. Viajamos sin la famosa guía azul, así que en Phnom Penh nos dejamos aconsejar por gente local o por expatriados. Muchos dicen que el mejor amok (plato típico camboyano con curry y leche de coco) se come en Seam Reap, en concreto en el restaurante Star Rise, pero Sah, el conductor del tuk tuk de nuestra guest house, nos aconsejó un sitio en el River Side que se llama Sawalma. Aquí comimos con diferencia el mejor amok en toda Camboya. Muy recomendable. El sitio está a la altura del Museo Nacional, pero en la avenida del río. Tiene las paredes cubiertas con folios con dibujos que han hecho los clientes. Está bien de precio.

Otro sitio en el que comimos bien y barato está muy cerca del Sawalma, pero no recordamos el nombre. Es en la trasera del River Side, haciendo esquina. Si vienes del Museo Nacional caminando hacia el River Side, está justo cruzando la única calle que hay antes de la avenida del río.

También puedes comer muy barato en la zona de comidas del Mercado Central o en los puestitos del Night Market.

Estrillas de bambú para sentarse a comer

Estrillas de bambú para sentarse a comer

En resumen: muy recomendable visitar la capital de Camboya. Además, es muy probable que de una forma u otra tengas que pasar por aquí, ya que está en la ruta entre el sur y Seam Reap. Así que dedícale unos días. ¡No te decepcionará!

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Un comentario en «Descubriendo Phnom Penh, la capital de Camboya»

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