Aventuras en Vietnam – 2a parte

Si no es gracias a Sapa me hubiera arrepentido de haber venido a Vietnam pudiendo haber visto otros sitios, pero sólo por ver Sapa mereció la pena. ¡Las fotos lo dicen todo!

Sapa es un pueblecito de montaña, cercano a la frontera con China, que vive del turismo. No es muy bonito y está lleno de pequeños hoteles, pero sus alrededores son una maravilla de la naturaleza, con sus terrazas hechas a mano para el cultivo de arroz. ¡Unas vistas impresionantes!

Vistas valle de Sapa

Vistas al valle

En la zona viven principalmente 3 tribus de montaña: los hmong, los dzao y los day. Nosotros hicimos un tour de 3 días (por supuesto esta vez ¡TODO ORGANIZADO!) desde Hanoi. La primera noche nos quedamos en un poblado en una casa day. ¡En la casa vivían 4 generaciones de una misma familia! El bisabuelo tiene 94 años y todavía se da sus paseos, aunque ya está algo torcido, supongo que debido a unas 160 recogidas de arroz.

Señora en Sapa

Señora en Sapa

Según nos contó el guía, los day son de las tribus más acomodadas porque los niños van a la escuela, reciben una educación y aprenden a ahorrar. Por eso tienen tele en casa, reproductor de dvd, etc. Sin embargo en el lado opuesto están los dzao (mujeres con panuelos rojos en el pelo) y especialmente los hmong (mujeres con traje negro que se ven por todos lados en las fotos). Los niños, antes que ir a la escuela, prefieren ir a los campos de arroz, bordar o vender los bordados en el mercado. Y eso que el gobierno les da educación gratis. Debido a que no “aprenden a ahorrar” en la escuela, viven de forma bastante austera. Muchas veces te ves a gente hmong viendo la tele desde la puerta de las casas de la gente day. El resultado de que los niños no vayan a la escuela es que las madres tienen que traer más hijos al mundo para dar soporte a la economía familiar (más recolectores de arroz y más gente bordando). Una de las madres de 45 años con la que hablamos tenía una descendencia de un total de una plantilla de fútbol con 2 suplentes. Sin embargo, otra consecuencia (esta vez buena) es que los hmong ¡hablan inglés! Hasta con los niños de 8 años puedes entablar algo parecido a una conversación. Los hmong son bastante pesaditos a la hora de venderte algo, pero son pesaditos con gracia y es divertido negociar con ellos.

Hmong en casa day

Viendo la tele desde fuera de una casa day

Y poco más que contar de Sapa. En resumen: si vas a Vietnam, tienes que ir a Sapa.

Mi vuelo hacia Bangkok con Asian Airways (el Ryan Air del sudeste asiático) salía a las 21 horas desde Hanoi el mismo día en el que volví de Sapa. Después de unos cuantos contratiempos más (cómo no) en el aeropuerto con los vietnamitas y su super-organización, me subí al avión y en 2 horas ya estaba en Bangkok, contento de volver al país de las sonrisas, eso sí, yo creo que la mía era en ese momento la sonrisa más grande de todo el país.

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