¡Quién me iba a decir que mi tercera abuela vive en Tailandia! Llegué hace 2 días a Ayutthaya y puse rumbo al alojamiento más económico con mejores críticas de la guía Lonely Planet: el Baan Lotus Guest House. Cuando llegué se trataba de una casa de teca ultra acogedora. Me recibió una señora mayor que desde el primer momento sólo ha perseguido que me sienta lo más cómodo posible y que no me falte de nada. ¡Hasta me echó una mano con mis primeros pinitos en tailandés! Gracias a ella ya se hacer que los thais me entiendan un “sí” en lugar de “quemar madera”, palabras que sólo se distinguen en la entonación. Me hice una foto con mi tercera abuela, la señora Kosoom:
Un poco de cultura para entender las fotos: Ayutthaya es la antigua capital de Tailandia. Los principales monumentos están en ruinas porque allá por el siglo 17 (creo), los birmanos invadieron Tailandia y arrasaron por todo. Llegaron hasta a fundir los Budas de oro de algunos templos. Poco después de conseguir resistir la invasión total de los birmanos la capital se mudó a Bangkok y empezó la dinastía de los reyes Rama. Van por el Rama IX. Los reyes en Tailandia son adorados como dioses por el pueblo. Te ves fotos y calendarios del rey por todos lados. De los monumentos de Ayutthaya, los que parecen de estilo maya estaban antes de que los tailandeses se establecieran aquí. Son monumentos Khmer. Sin embargo, el estilo Ayutthaya es considerado el estilo tailandés por autonomasia y empezó con el monumento que puede verse en las fotos como 3 estructuras en forma de campana alineadas. A partir de esas estructuras se inspiraron los tailandeses para crear todos sus posteriores monumentos.
Bueno, no quiero ser pesado, pero así por lo menos se entienden algo las fotos… He visto prácticamente toda la ciudad. Hice un circuito en tuk-tuk y otro en barca, los dos organizados por mi abuela tailandesa. Todo, por supuesto, tirado de precio. También me he dejado ver por los mercados locales. El mercado nocturno era bastante turístico. Ahí cené a orillas del río a la luz de las farolas que me iluminaban tanto a mí como a las miles de ratas que corrían por el parterre de al lado. Aquí decir que en esta ciudad tienen un problema enorme con los perros. Hay millones de perros callejeros, la mayoría tienen un aspecto enfermizo y son bastante agresivos. Como consecuencia no hay gatos y como re-consecuencia hay roedores peludos de medio metro corriendo a orillas del río. Pero el mercado local al norte de la ciudad sí que estaba muy bien. Era el único farang (así es como llaman en Tailandia a los extranjeros). Ahí almorcé sopa de fideos y una coca cola por 40 céntimos de euro. No pude ni pedir la carta porque ahí nadie hablaba inglés, así que señalé lo que estaban comiendo los otros, y como todos estaban comiendo sopa de fideos…
Mañana ya sigo mi viaje hacia al norte. Próxima parada: Sukothai. El reino de Sukothai se considera el primer reino tailandés. ¡Me espera una buena tirada en tren de unos 500 km!
Si buscas información más actualizada, aquí puedes leer sobre nuestro viaje a Ayutthaya en 2014.
¡Que fotos más bonitas!